Los amores de mi vida: Mis abuelos.

Hoy quiero hablaros de mis abuelos... 💓

Mi abuela siempre me ha cuidado, desde bien pequeña, y todo lo que soy debo de reconocer que lo soy gracias a ella y a mi abuelo, del que también quería hablaros.

Ellos me han ayudado a crecer, a hacer nuevos amigos cuando era pequeña... me han enseñado los valores y los principios que tengo hoy en día, pero siempre, dejándome elegir a mí libremente.

Reconozco que me emociona hablar de ellos, porque para mí son mi vida. Y por más que crezco siempre me tratan como su niña pequeña, a la que todavía la Consu es la que mejores croquetas y albóndigas prepara, y a la que el Abu (como yo le llamo) sigue tocándome por mi cumpleaños la canción con el saxofón, aunque ya va desafinando un poco, pero eso es algo que no podemos decirle.

De mi abuela he sacado el tono de voz, debo de reconocerlo, porque si pensáis que yo hablo alto es porque no la habéis escuchado a ella… Ella le va transmitiendo alegría a todo el mundo y dice que todo el mundo la quiere (se echa muchas flores), pero es verdad.

En Benquerencia es la Consu de todos los niños pequeños, la “señora de la pamela” para los socorristas de la piscina, ya que nunca se quita la pamela y las gafas de sol para bañarse y hasta los socorristas la defienden cuando los niños se bañan a su lado y la salpican, que en verdad la defienden por la cuenta que les trae porque si no para qué queremos más.

Siempre he ido con ella a todas partes y nunca me ha importado, porque tan solo con estar con ella yo soy feliz. Nos hacemos videollamadas en las que casi siempre la pillo con los rulos puestos y dice que cómo puedo decirle que está guapa así, y para mí es la persona más guapa del mundo, con sus arrugas, sus cejas medio pintadas y con sus labios coloraos.

Ella sabe que cada vez que vamos a vernos me tiene que preparar 6 tapers de albóndigas, que las suyas son muy famosas entre mis amigas, o croquetas, que con el tiempo ha empeorado un poco la receta pero siguen estando igual de buenas. Es la especialista en hacer bollas con chocolate para toda la calle de la Roda cuando se hace la fiesta de verano de todos los años, en la que ella dispone como siempre de casi todo porque es un poco mandona, que en eso también he salido a ella…

Mi abuelo, por otra parte, es más estricto y tiene más mala leche, que eso es lo que he heredado yo de él. A él le conocen como “el chiquitín”, que toca el saxofón por las tardes y del que los vecinos acaban un poco hartos ya a finales de verano. Él también dice que hago con él lo que quiero, porque en verdad sé que soy su ojito derecho, pero él también es el mío. Es el típico abuelo que, aunque yo ya sea mayor, me da el dinero a escondidas para que no se entere nadie y también es el alma de las verbenas de verano en las que por la mañana le duelen las rodillas, pero por la noche lo da todo en la pista. Siempre que me llama me dice Curra y se me alegra el alma, todos los días me hace las cuatro mismas preguntas y al acabar de hablar me dice te quiero, que es la única persona que me llama y me lo dice en verdad.

En Benquerencia soy feliz, no tengo otra palabra para describirlo. Porque aunque sea un pueblo muy pequeño y con cuatro gatos lo que más me gusta de estar allí es levantarme por las mañanas escuchando “radiolé” porque mi Consu está cocinando y al rato llega mi abuelo de su era y me dice que no salga de casa hasta que se duche porque tengo que secarle la espalda con la toalla. Estos momentos muy pocas personas los han podido compartir conmigo, respeto demasiado a mis abuelos como para meter en su casa a cualquier amiga o novio, pero las personas que lo han vivido han visto cómo son mis abuelos y que todo lo que pueda hablar de ellos se me queda corto.







Fuente de imagen: dispositivo móvil de Mónica.

Comentarios

  1. ¡Hola Mónica!
    Me alegra mucho que hables así de tus abuelos y te abras en tu blog de tal forma, tratando temas tan personales. Los abuelos nos quieren incondicionalmente y en ocasiones no pensamos lo suficiente en ellos. El 2020 ha sido muy complicado seguro que para todos ellos ya que, la mayoría cuentan una elevada edad y no han podido disfrutar de las visitas de sus nietos (los que los tengan) por el miedo a ser contagiados o por el miedo de los familiares a que haya posibilidad de contagiarlos perdiéndonos muchas comidas, charlas, besos y abrazos de ellos/as.
    Gracias por escribir sobre los tuyos y así hacernos pensar un poquito más en los nuestros y lo valiosos que son en nuestras vidas. Un beso!!

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    Respuestas
    1. Me alegro mucho de que te haya gustado Sole, ha sido una entrada muy personal y un poco difícil de escribir. Un beso :)

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